El libro celebre del señor Gabriel García Márquez fue 100 años de soledad, donde se narra la historia de la familia de los Buen día en un pueblito llamado Macondo que con el tiempo el progreso llegara a este y lo destruirá. Este enunciado se aplica a esa famosa ciudad de Estados Unidos llamada DETROIT,
la ciudad bautizada de “Motor city”, la ciudad emblema en su tiempo de la democracia, la ciudad que representaba el sueño americano y también la ciudad pionera del Tecno. En mi mente todavía existía la imagen de Detroit, como una ciudad ostentosa y de vanguardia, con clubes traqueando música electrónica, personas vestidas con ropas negras, por las calles desfilando carros clásicos de la Ford y de Dodge, pero un día mientras bebía con un amigo y hablábamos de música este me mostró unas imágenes de la ciudad del motor y me dijo:
la ciudad bautizada de “Motor city”, la ciudad emblema en su tiempo de la democracia, la ciudad que representaba el sueño americano y también la ciudad pionera del Tecno. En mi mente todavía existía la imagen de Detroit, como una ciudad ostentosa y de vanguardia, con clubes traqueando música electrónica, personas vestidas con ropas negras, por las calles desfilando carros clásicos de la Ford y de Dodge, pero un día mientras bebía con un amigo y hablábamos de música este me mostró unas imágenes de la ciudad del motor y me dijo:
- Parce mira la mierda que es Detroit ahora.
- ¿Qué putas? Dije yo.
La imagen que tenía en mi mente se derrumbó de inmediato, Detroit no eran más que ruinas, Detroit era algo así como una ciudad zombi, una especie de ciudad apocalíptica y para que voy a decir mentiras me fascino en lo que ahora se había convertido la ciudad, me imagine caminando por sus calles, quebrando vidrios, pateando carros, gritando injurias y rallando sus calles. El capitalismo salvaje se ha derrumbado en esta ciudad, se ha destruido porque ya no había que más chupar, el progreso no desaparecerá, simplemente ira a otro pueblito que transformara en una gran ciudad y que cuando ya se tengan demasiados problemas o sea demasiado caro, lo dejara como a una novia fea y se instalará en otro pueblito al cual decorara. Al ver en lo que se ha vuelto Detroit, fue imposible no imaginarme a Tyler Durden caminando por la ciudad casando alces, gobernando una ciudad desolada, con las ruinas de las grandes corporaciones a su lado. Los 50 han pasado, el sueño americano ha desaparecido tal cual como lo relato Gabriel García Márquez con su Macondo.
PD1: Ahora la ciudad le pertenece a la violencia, a la destrucción y a la oscuridad.
PD2: La destrucción es creación…
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