
Él decía que el azul no era un color de humanos, que solo se debía contemplar en el cielo y nunca en objetos, ropa… Que el azul era un color esperanzador y pacífico, el hace años que perdió la esperanza…
Él decía que el azul era un color demencial-mente llamativo, que quien lo usara pretendía inspirar tranquilidad y profundidad, cosas simuladas. También decía que el color azul era un color presumido y egocéntrico, que su uso carecía de reflexión.
Sentía que el Azul era un color honesto, virtuoso e inocente y el odiaba esas cualidades en todo ser vivo o inerte, decía que le parecían demasiado sospechosas y desconfiaba de todo lo que tuviera el color azul. Pronosticaba calamidades al verlo, mal augurio.
Un día me dijo que los sinónimos de azul
eran los más aburridos y faltos de carácter: Añil, Azur, Índigo, Cobalto,
Garzo, Zarco, Azulado, Azulino, Azulete, Azulón, etc. Todos sonaban idénticos y parecían salir
de lo mismo y desembocar en una existencia resignada.
Si de colores se trata, el prefiere el Rojo, decía que el rojo era un color parecido
a los cactus, que tenía flores y espinas dolorosas, que el rojo era el color más autónomo y atrevido que había.
El menos populacho naturalmente. Me decía que podía mimetizarse en casi cualquier situación, podía ser rojo homicidio, rojo carnal, rojo peligro, rojo tomate, rojo erotismo, rojo fuego, rojo amor, rojo escarlata, rojo sexo, rojo no-pase, rojo lujuria, rojo sangre, rojo explosivo, rojo prohibido, rojo pasión, rojo bomba, rojo muerte, rojo pimienta...
Él me decía que las cosas más insondables en la vida eran rojas, como la sangre.
El menos populacho naturalmente. Me decía que podía mimetizarse en casi cualquier situación, podía ser rojo homicidio, rojo carnal, rojo peligro, rojo tomate, rojo erotismo, rojo fuego, rojo amor, rojo escarlata, rojo sexo, rojo no-pase, rojo lujuria, rojo sangre, rojo explosivo, rojo prohibido, rojo pasión, rojo bomba, rojo muerte, rojo pimienta...
Él me decía que las cosas más insondables en la vida eran rojas, como la sangre.
Él decía tanto, que termine por creerle y
odiar el Azul.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario